Me imagino al pobre taxista escuchándote que le ibas a hostiar y diciendo "¡virgencita, que se abra ya el semáforo y salgo cagando leches!". Y qué decir de tu pobre padre...¿qué pensaría cuando te viera entrar gritando Kiaaaaaa?
Te pasan cosas alucinantes, pero reconoce que tú también las provocas ¿eh? Muy bueno, macho, me reido agusto un buen rato. Saludos.
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