Antonio y María daban un paseo romántico por el campo.
Los deseos amorosos de Antonio aumentaban conforme se internaban entre los árboles.
Justo cuando su lujuria llegaba al máximo y comenzaba a arrimarse a
María,ella lo interrumpe:
- "Espero no te moleste, pero tengo ganas de echarme una meadita".
Un poco sorprendido por la vulgaridad le dice:
- Está bien, ¿porqué no te vas detrás de estos arbustos?"
Ella asiente y desaparece detrás de la maleza.
Mientras Antonio espera, puede escuchar el sonido de las medias de nylon deslizándose por las suculentas piernas de María y se imagina todo
aquello que está quedando expuesto.
Incapaz de contener un segundo más sus instintos animales, Antonio introduce el brazo a través de los arbusto y toca la pierna de María.
Suavemente sube la mano mas y mas, hasta que horrizado, agarra algo largo caliente y grueso, que cuelga entre las piernas de María.
María, por Dios!¡¡¡¡ ¿Cambiaste de sexo?", grita angustiado.
-"No", contesta ella, "cambié de opinión...estoy cagando"