Si tenemos fe ciega, debemos admitir que al ser Dios, creador de todo, también es creador del Diablo, por tanto, un ser tan perfecto como es el Creador de todo, no puede haber creado algo que consideramos tan malvado como lo diabólico. La maldad, por tanto, también nació de Dios, y quizás esa balanza no sea tan extrema, ya que proviene de un mismo Ser (Dios)
|