¡¡¡Que viene el furgoool!!!
Él, está tirado en el sillón. Marcando enorme barriga cervecera. En una mano, una cerveza, en la otra, el mando del televisor. En la mesa, dos latas de cerveza ya vacías, el cenicero lleno y un plato con cáscaras de cacahuetes. El cigarrillo, colgando de la comisura de la boca. Viendo el partido de fútbol en la televisión y acordándose de la familia del árbitro.
Ella, sale de su habitación, monísima, guapa, elegante, arreglada y perfumada, pasa por delante de él cuando le pregunta:
- ¿A dónde vas tan empingorotada?
Ella le contesta:
- A dar un paseo con mis amigas.
Al salir, se queda mirando el lamentable cuadro y pregunta:
- ¿Será posible que yo un día vuelva a amarte?
El, sin apartar los ojos del televisor, responde:
- Y tú, ¿cuándo cojones has estado en Marte?
|