El vendedor.
Un hombre tiene un tic nervioso que le hace guiñar un ojo continuamente, y su sueño es trabajar como vendedor en una importante agencia de viajes y allí se presenta.
Según su Currículum, veo que usted está más que cualificado para este trabajo -dice el jefe de personal- pero, desgraciadamente no podemos contratar a un vendedor que esté constantemente guiñándole el ojo a los clientes.
Pero espere -dice el hombre.- Si me tomo dos aspirinas dejo de guiñar el ojo.
Bueno, muéstremelo -dice el jefe de personal-.
El hombre mete la mano en el bolsillo del pantalón y saca una cantidad enorme de condones de todas las marcas y colores. Finalmente encuentra un par de aspirinas y a los pocos segundos de tomarlas deja de guiñar el ojo.
Es increíble que con solo tomar dos aspirinas haya dejado de guiñar el ojo -dice el jefe- pero, pero........... no podemos tener vendedores que sean unos mujeriegos, esta es una firma prestigiosa y además tenemos muchas clientes mujeres.
¿Qué quiere decir? -pregunta el hombre- Yo estoy felizmente casado.
¡¡JeJeJe! ¿Y cómo explica todos esos condones? le dice el jefe.
¡¡¡Ah, se refiere usted a eso!!!...
Levantándose de su silla y acercándose un poco, le dice al jefe al oído:
Haga usted la prueba de ir a una farmacia y pedir dos aspirinas guiñando el ojo...
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