Otro epitafio compuesto con un sentido del humor insólito para la
época fue el de Margarita de Austria, que casó con el principe Juan,
hijo de los Reyes Católicos. Había estado casada con Carlos VIII de
Francia, que antes de consumar el matrimonio se la devolvió a su
padre. Entonces embarcó hacia España para ser esposa del principe
Juan. Hizo el viaje por mar y sufrió en el una aparatosa tempestad;
entonces fue cuando escribió su propio epitafio que, afortunadamente,
no llegó a ser válido porque la nave llegó a puerto. Decia:

[B]"Yace aquí Margarita, infeliz ella,
pues, dos veces casada, murió doncella".[/B]