[COLOR="Red"][B]Prevención[/B][/COLOR]
Aprovechando la ausencia de su esposa e hijos que pasan un fin de semana en la playa, Don Luis, se encuentra insistiéndole a la nueva y muy bonita sirvienta, aunque un poco bruta, que le abra la puerta de su dormitorio.
- Vamos, María, abrí la puerta que no te va a pasar nada malo. ¡Sólo vamos a pasar un lindo rato juntitos!
- No, siñor, ¡tese quieto y no moleste!
- Mirá, María, si abrís te aumento el sueldo...
- ¿Y, depué quí li dicimo a la patrona?
- Nada, che, ella no tiene porque enterarse de nada.
- Ta bueno, patrón, pero pase por dibajo di la puerta el cirtificado de lo análisi para saber que usted no tiene SIDA.
Don Luis recuerda el chequeo médico que se acaba de practicar y le pasa hasta su acta de nacimiento, ante lo cual la sirvienta por fin cede y Don Luis se da el gustazo.
Al rato ya calmado y disfrutando de un cigarrillo, le dice a María:
- ¡Caramba, María, no sabés leer ni escribir, pero, que bien estás enterada de las cuestiones de salud!
- Sí, pachoncito, yo seré inorante, muy inorante, réquete inorante, ¡pero esto del SIDA no me lo pegan dos veces!
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