ACCIDENTE
Un borracho, catalán y paisano mio, va por la calle con su botella de vino debajo de la cazadora y va cubriéndola con el brazo. De repente tropieza con algo, se cae al suelo, se rompe la botella y el vino se derrama empapando la cazadora y el suelo. El borracho desesperado grita:
- ¡Que sea sangre, que sea sangre!
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