TORERO
Plaza de toros de la real maestranza de Sevilla, cinco en punto de la tarde.
El torero escuchimizado, no pesa más de 30 kilos, arrodillado capote en mano delante de la puerta de toriles, para recibir a puerta gayola.
Sale el morlaco, un bicho de 670 kilos, que más que toro parece una locomotora de vapor. Se va derecho al torero, le empitona y lo levanta seis metros del suelo. Cuando el torero cae, el toro ya lo esperaba y le da otra embestida que lo saca fuera de la plaza.
El torero va a parar a la calle del Circo, se forma un remolino de gente alrededor suyo y todos van preguntando.
¿Qué ha pasado?...¿Qué ha pasado?...¿Qué ha pasado?...
El torero, muy digno, se levanta se encasqueta bien la montera,¡ se sacude el polvo de la taleguilla y dice:
¡No sé, yo acabo de llegar ahora mismo!
|