LA NIETA DEL PIYAYO


He visto al Pijayo
cantando el las plazas
llenito de mugre,
con una guitarra
destemplada y sucia
vieja y arañada.
cercado de un corro
guston de algazara,
dice sus parodias,
sus fandangos canta,
ríe como un niño,
como un loco salta
y a granes los chistes
en sus labios bailan.
“Piyayo, Piyayo,
toma, por tu grasia”
y el Piyayo suda,
cuelga la guitarra
y el sombrero extiende
con dulce mirada.
“Una perra gorda
a ver quien regala,
que tengo a mi nieta
malita en la cama,
sin na pa come,
ni na pa curarla.
¡Señores, señores
estiren la manga.
que Dios agraese
to er bien que se jaga”
“Toma una peseta,
toma dos, mas canta
la farruca aquella
de la tonta guapa”.
Y el pobre gitano
divierte sin gana
pensando en sus nietos
que cada mañana
los deja solitos
metidos en cama,
sin un mendruguito……
sin nada, sin nada
pa empezar el día,
con solo esperanzas,
una fe muy honda,
y unas pobres mañas.
Por eso el Piyayo
canta, ríe, baila
y hace mil piruetas
y cosas extrañas.
Los que le rodean
nunca notan nada,
solo ven en el
diversión barata,
chufla malagueña,
vocación gitana.
Unos jaraneros
le han echao unas cañas
y borracho vuelve
el gitano a casa.
Los nietos al verlo
salen dando palmas.
¿Dónde esta Manuela?
(pregunta con ansia)
¿no ha venio nadie
que pueda curarla?
¿no esta mejorá?
¿sigue igual de mala?
¡Ay agüelo, agüelo,
ya casi no habla!....
¿Qué dices mocoso?
¡¡calla, calla, calla!!....
Y el Piyayo trémulo
se acerca a la cama,
la mira a los ojos,
la besa, la abraza,
y venciendo el nudo
que hay en la garganta
dice, ¿esta mejo
mi morena clara?.....
La niña lo mira
sudorosa, pálida,
dejando en su rostro
correr una lagrima.
¡Agüelo…. agüelito!.....
¿Qué quieres, mi arma?
“Dame mi muñeca”….
¡Curro, Antonia, Paca!
¡trae la muñeca!
¿no andáis?¿que os pasa?
y dice un chaval
con temor y rabia,
“Es que…. la muñeca,
ayer la tía Juana
la echo en la candela
pa guisa las papas….
Perico la vio mientras se rascaba,
y la vio también
su prima la Chata…..
Y el Piyayo ruge,
maldice su estampa,
se acerca a la niña,
saca una baraja,
llorando la guiña
y dice en voz baja,
“Toma te doy esto”
tu muñeca guapa
a volao al sielo….
pero yo mañana
te traigo una con batita blanca.
Duerme ahora un poquito,
duerme y descansa….
y el buen ancianito
le canta una nana
con voz temblorosa,
doliente, cansada.
Los chiquillos mientras,
sin decir palabra,
el pan que traía
se comen con ansia.
La noche ha llegado,
bajo las pobres mantas
dormitan los niños,
el gatito maya,
y el gitano en vela
junto esta a la cama
de la nietecita.
¡¡Mi morena clara!!.....
Dice Sor Maria,
que eres la mas guapa
de las gitanitas,
que eres una malva
del ramo florio
de la Virgen Santa……
¡Pobrecita mía!
¡¡Que fiebre tan alta
te esta atormentando!!
¡¡Que noche mas mala!!
Y el pobre gitano
rendido de tantas
fatigas del día
a dormir se aparta,
mas no pega ojo,
temores le asaltan,
alguien a su oído
preludia la desgracia.
y temblando, libido,
a la nieta palpa…..
y cual si un pinchazo
sintiera en su alma,
gesticula un grito
con voz desgarrada.
¡¡Mi niña, mi niña!!....
Todos se levantan,
todos con el lloran,
y todos le abrazan.
¡Noche de dolor!
¡Triste noche amarga!
Mañana en la calle,
nadie sabrá nada….
Solo en él verán
diversión barata,
chufla malagueña,
vocación gitana.
¡Ya duerme en el sielo
mi morena clara!
¡Ya vive en la floria
mi rosa temprana!
Así el buen anciano
en la calle canta.
La gente le escucha
grita entusiasmada
¡Bien por los actores
de primera plana!
¡eres un fenómeno!
canta viejo, canta.
De pronto un tanguillo
brota en su guitarra,
la gente jalea,
un chaval lo baila,
y una vieja enfrente
grita enfurruñada.
Deja nene er baile,
que las alpargatas
nian costao er dinero.
Y ese viejo cabra,
a ve si no viene ma
por esta plasa.
¡Calla greñua!
(grita una chavala)
su nene es que es tonto
y quiere hasé grasia,
y como no sea a uste
a quien se la jaga…..
El Piyayo, al hombro
se echa la guitarra
y huye calla abajo
sin decir palabra.
¡Así tantas veces
al pobre le pasa!....
¿No sabe na mare?
¿no oyó las campanas?
Ha muerto el Piyayo
mare ¡que desgrasia!
¡Ha muerto el viejito
que tanto alegraba!
Detrás de su féretro
dicen que lloraban
los seis sietecitos.
¡Y daba una lastima!....
¡S’an quedao solitos
sin nada, sin nada!....
El, dicen que ha muerto
besando sus caras,
dándoles alientos….
y que suspiraba
y triste decía.
No temáis por mi,
limpia esta mi arma….
¡¡Me voy que me espera
mi morena clara!!.

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HAY DOS PALABRAS QUE TE ABRIRAN MUCHAS PUERTAS: EMPUJAR - TIRAR

DE CADA DIEZ TIROS QUE PEGO, CINCO SON LA MITAD.