Entre los empleados públicos hay como en botica, de todo, buenos y malos, de los que se rascan la panza desde que fichan hasta los que tienen que hacer su curro y el de al lado (el de la panza rascada), pero es lo que hay, unos cardan la lana y otros se llevan la fama. Funcionarios he conocido, que siendo educadores de nuestros chavales, se piden una baja médica para asistir al Rocío, y mientras, los niños los tienen que llevar en clase, el profesor que esté libre a cada hora...

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