Hubo un tiempo en que el exhibicionismo era algo normal en mi vida. De hecho incluso llegó a ser como uan droga dura. había que hacer algo para que la gente se alarmara. Mucha culpa de ello lo tuvo "Mari la guarra", que, como su apodo indica, era más serda que la "Espesa" (aquella que hacia muñecos de mierda y se comía la cabesa). Un ejemplo claro fue la f e l a c i ó n realizada en un parque a las dos de la mañana con un carro de maderos observando. Pero sólo observaron, igual hasta se la cascaban los tíos.
Pero ese día no había exhibición en público, aprovechando la ausencia de sus padres, decidimos echar unos caenos como mandan los cánones y buenas costumbres. Y en plena faena (que aunque esté mal en decirlo iba camino de ser de rabo y dos orejas), la puerta de la entrada de casa que se abre.

-Ostia p u t a!!!.-dije mientras se reducía la erección a la mínima expresión.

Tuve el tiempo justo de coger mi ropa y mientras saltaba por encima de ella en la cama y se abría la puerta de su habitación. "LESHE"... no sé cómo lo hice (porque yo de agilidad bien poca) pero me colé entre la cama y la pared y me introduje bajo la cama. QUE FRIO TABA EL SUELO... que dolor de espalda y culo. Pensé que era mi día final, moriría congelado y en bolas. La que entró era su vieja, mientras su padre iba abriendo las puertas de todo el piso al grito de: "DONDE ESTÁ, DONDE ESTÁ" (que odio me tenía aquel señor.
Pues bien, su madre, llegó, vió y se sentó... en la cama a darle el sermoncito a su hija... Joer, ni el cura de la Catedral de León, menudo rollo le metío, 45 minutos contados de reloj dandole la bronca, y yo debajo la cama, helado y a punto de berrear del dolor que tenía en el espinazo. "No la tengo, ha desaparecio" pensé, el cimbel del frió era un pellejo inerte.
Tardó tanto en sermomear a su hija que hasta me dormí allí tirado. "Mari" me despertó.

-Karn, venga pirate que se han ido pal comedor. Va rápido.
-No me jodas, ayudame que solo no puedo salir.

Me sacó como un saco y me fue empujando por toda la habitación sin dejar ni vestirme.

-kago en la leshe, dejame que me vista.
-Que dices!!! Lárgate ya. Vistete en el portal.

Y así fue. En la p u t a escalera me tuve que vestir. Y claro, no podía faltar la dichosa vecina que no tiene tiempo de pasar en todo el día.

-Pero habrase visto... TIO GUARRO!!! a dónde iremos a parar??
-Usted no sé, señora... yo directo al hospital con pulmonía.
-Encima esto... TOMA
Y me comenzó a vapulear con un paraguas que llevaba.
-Y encima la tiene pequeña.
-Dejeme en paz señora, vayase a tomar pol culo.

Mientras me daba con el paraguas pude colocarme los pantalones.

-José!!! José!!!.-comenzó a gritar la señora aquella.
-Yo no me llamó así.

Y vino José, su hijo, un tío que hacia 2mtsX2mts. a ojo de buen cubero.

-Lo que me faltaba, el increible Hulk.
-Mira el tío serdo este.
-Ya sabía yo que no podía estar muy lejos.-dijo alguien desde el otro lado.

Esa voz me suena. El padre de ella.
Joer cada vez había más gente allí. A tomar por saco me piro. Y salí cagando leshes descalzo y sin camiseta ni chupa.
Para colmo, cuando llegué a la calle me habñia guindao la rueda delantera de la Variant. Pues nada a correr, así hasta que pillé un bus y pude llegar a mi keo donde el recibimiento fue de lo más cálido.
Aquel día el polvete me salió caro si contamos que perdí una chupa de 20 talegos, las Nike Jordan, la camiseta de los Destruction y la moto, porque cuando volví a buscarla al día siguiente, sólo quedaba la pitón.

Y encima el coito fue INTERRUPTUS, kagon to.

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