Hace días que no os como la olla. Voy a ello.

Hoy la anecdota hace susto.
En cierta ocasión se montaron una especie de fiesta-orgía en un pueblo de Teruel muy cercita de Cataluña. Me invitaron y yo, como no, que me apunto a un bombardeo, acepté gustoso. Así que el viernes salí del curro, me agarré la moto y para allá que me fuí. Por aquellas casualidades de la vida, un compañero de trabajo, tenía por aquella zona una casa de campo de su familia. Me la ofreció como alojamiento para el finde, así me ahorraba las pelas del hostal y podía destinarlas a unos vinachos. También acepté.
-No tiene electricidad.-me dijo
-Ya me llevaré velas y el frontal.
-Tampoco tiene agua, has de ir a una fuente 2 Km más pallá.
-Gueno me llevo una garrafa.
-Si has de cagar, hazlo fuera, no tiene water.
-Ok.
-Llevate una linterna y un palo, si es de noche.
-Un palo?
-Pa los lobos.
-Ein? Lobos?
-Gueno, perros salvajes que es peor, está plagao, pero con un palo los asustas.
-Joer, vale, me llevare un palo.
-No sé si tiene gasofa el generador.
-Tío, dame las llaves ya, coño.

Me hizo un planillo para poder llegar, ya que la dichosa casona estaba perdida por unos andurriales a unos 10 km. del pueblo; de todas manera la pista forestal para acceder a ella estaba en bastante buenas condiciones. Con moto era una gozada.
El sábado estuve por aquellos aledaños disfruntando de la calma y de la soledad, no vi ni lobos, ni perros salvajes ni nada por el estilo, de hecho no vi a nadie, era como si el mundo se hubiera ido a hacer puñetas, pero se estaba de cojones. Ya por la noche bajé al pueblo a cenar con la peña. Cenamos bien y bebimos mejor. No cayó ninguna chati, lástima porque yo me había puesto mis gayumbos de competi. Así que allá por las 4 la madrugada, cogorzo perdido, decidí largarme a la casa en la negra colina.
Moto, casco no para refrigerar la cabeza, borrachera y pista forestal, grandes ingredientes para fliparlo. Cuando llevaba recorrida la mitad de la pista me pareció ver una figura humana que caminaba en mi misma dirección. A medida que me iba acercando vi que realmente era una persona que caminaba sola por aquellos parajes.
Aminoré la marcha, pensé que a lo peor tenía problemas. Entonces, por la manera de moverse y sus vestimentas me percaté de que era una mujer mayor.
Paré al lado de ella y la señora se detuvo pero no me miró.
-Guenas noshes, sheñola.-más o menos escribo la manera en que yo hablaba, recordad que iba pedo.-Le pasha alglo.
Ella lentamente se giro. Tenía todo el cabello alborotado y canoso, despeinado a mala leche vamos. Iba sucia, tenía la cara deformada y una expresión de odio en ella indescriptible. Llevaba algo en su mano izquierda. La vieja entonces alargó su brazo derecho como si quisiera tocarme y comenzó a caminar hacia mí, mientars emitía unos leves gemidos. Fue entonces cuando vi que en su mano derecha, cogida por el brazo, llevaba una muñeca tipo nenuco, desnuda, sucia, hasta me pareció ver que le faltaban los ojos.
-COÑIO!!!!.-casi que grito.-A LA MIERDLA!!!
Compañer@s, estrujón a la oreja de la moto y salí de allí que me las pelaba, tirandole piedras y polvo a la vieja loca aquella.
Que susto me dió aquella, la madre que la parió. Hasta me perdí y todo. Entre la borrachera, la taquicardia y los gemidos de la vieja, no se donde coño me metí pero no encontraba la puta casa.
Os digo que no me hizo falta el palo para ir a cagar, ya me cagué encima.
El lunes, cuando le devolví las llaves al colega me preguntó:
-¿Qué? ¿Cómo fué?
-Bien. Bonita casa, bonito sitio, pero no le digas a la peña que se lleve un palo pa los lobos, que se lo lleve pa una vieja que pulula por allí, o mejor... QUE NO SALGAN DE NOCHE.

Que miedo pasé, pa haberme matao oye.

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