Empezaremos:

¿Qué es una hipoteca?

Una Hipoteca es un préstamo que tiene como particularidad que quien le concede toma como garantía prendaria la vivienda objeto del préstamo a favor de la entidad financiera que presta el dinero. Si se incumple alguna de las condiciones pactadas en el préstamo hipotecario, la entidad financiera (banco o caja) pasaría a ser el propietario del inmueble. Lo que en definitiva viene a significar que quien tiene formalizada una hipoteca, no es propietario, hasta que haya devuelto la totalidad del préstamo en las condiciones y plazos establecidos.

Regulado por la Ley Hipotecaria, cuando se formaliza un préstamo hipotecario éste queda inscrito en el Registro de la Propiedad.

¿Hasta cuándo?:

Hasta que se cancela.

¿Cómo se cancela?:

Cuando se ha pagado la totalidad del préstamo y el prestatario (banco o Caja) comunica ésta circunstancia y autoriza fehacientemente su cancelación.

¿Cómo se formaliza la cancelación?

Mediante una escritura de cancelación que se protocoliza ante notario, se liquida, y se inscribe en el Registro de la Propiedad, quedando así liberada la carga y el inmueble en pleno dominio de su titular registral.

¿Puede cancelarse el sólo por la acción del tiempo?:

NO

¿Por qué entonces es conveniente efectuar la cancelación de una hipoteca?

Porque hasta que no se realice este trámite no eres el propietario legal de esa vivienda. No podrás gravarla de nuevo. Ni venderla. Ni tus hijos o herederos inscribir ese título antes de liberar esa carga.

¿Debo entonces levantar la hipoteca?.

Si. Porque si lo dejas, además de que te costará más dinero, ante un hipotético problema de esa entidad financiera (que tal y como están las cosas puede ocurrir ) te vas a marear buscando papeles, hasta que lo consigas...

¿Hay alguna otra razón?:

Pues si. Porque hoy en día poder demostrar que uno NO TIENE HIPOTECA es un privilegio del que muy pocos pueden presumir, y al que... desde luego... por 90 cochinos euros, más de uno, NUNCA renunciaríamos...

Un saludo.
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Todo vicio trae siempre su consiguiente excusa.