Había una vez un tipo que tenía tan mala suerte, que montó un circo y le crecieron los enanos.
Había una vez una señora tan gorda, tan gorda, pero tan gorda, que su ángel de la guarda tenía que dormir en otro cuarto.
Había una vez un hombre tan tacaño, pero tan tacaño, que cuando veía la misa los domingos por la televisión, la apagaba cuando llegaba la parte de las ofrendas.
Había una vez un hombre tan viejo, pero tan viejo que vio el arcoiris en blanco y negro.
__________________ La mujer que no tiene suerte con los hombres no sabe la suerte que tiene
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