Pues sí, la linterna ya alumbra, el candil ilumina. La antorcha vislumbra, el cirio desvela. El quinqué muestra, el faro aclara. La bombilla irradia, la chimenea asoma.
Luciernagas binarias, esas jugetonas que en parejas succionan el negror alquitranado y descubren un campo floreado multicolor.
Total, que ya hay luz y lo digo así porque me apetece.
P.D.
Llegarán las negras golondrinas mandadas por siniestros cuervos grandes y cubrirán de tinieblas ese florido campo multicolor. Pero no desepereis, la luciernaga siempre renacida de sus cenizas nos volverá a iluminar por los tiempos de los siglos binarios.
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