En clase de religión, el cura intentaba explicar a las alumnas lo que era el infierno y les decía:
-¿Imagináis, el fuego de todas la estrellas del universo, ardiendo juntas? Pues, esto sería como el fuego de una cerilla comparado con el del infierno.
Imaginad que un grano de arena tarda cien mil millones de años en fundirse en este fuego. Cuando se hubieran fundido todos los granos de arena, de todas la playas del mundo, entonces no habría transcurrido ni un solo segundo de la eternidad.
Ahora que sabéis lo que es el infierno y lo que es la eternidad, ¿creéis que vale la pena, por una hora de placer, perder el alma por toda la eternidad?
La niña mas tonta de la clase desde su pupitre de la última fila, levanta la mano y dice:
Perdón padre. ¿Que hay que hacer, para que dure una hora?