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cabossa 
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[URL="http://www.rebelion.org/noticia.php?id=97680&titular=terror%EDficos-cuentos-de-navidad-para-ciudadanos-curtidos-"]El cuento de la fiesta nacional.

El señor Luis Pizarro, dirigente del PSOE, consejero de Gobernación de la Junta de Andalucía, miembro del mismo gobierno en el que participa la señora Rosa Aguilar, la ex alcaldesa de Córdoba, manifestó el pasado miércoles su apoyo (sin fisuras por supuesto) a la que llamó fiesta nacional (que no es, mirada como se quiera mirar, ni fiesta ni nacional). Realizó su intervención el señor consejero pensando en la iniciativa popular aprobada por el Parlamento catalán recientemente por la que se debatirá en el futuro la conveniencia de prohibición de las corridas de toros en Cataluña.

Las palabras del señor Pizarro, su cuento para la ocasión, no tienen desperdicio. Tomen nota: cámaras, acción: “El gobierno andaluz siempre ha expresado una defensa clara y sin complejos de lo que significa el mundo del toro en Andalucía. Es una seña de identidad [2] de España con una gran tradición histórica y cuenta con una enorme importancia económica”. Los últimos serán los primeros; lo último, es el punto decisivo. Como siempre.

El señor Pizarro mantuvo una reunión con representantes de la autodenominada Mesa Nacional del Toro (¡Mesa Nacional del Toro! No es un chiste de los Morancos de verdad, no les engaño, no pretendo hacerme el gracioso). En la reunión participó inicialmente el mismísimo presidente andaluz, el señor José Antonio Griñán.

El consejero de Gobernación contó otro cuento afín: tiene intención de enviar una carta al president del Parlament catalán, el señor Ernest Benach, de ERC, para invitar de manera oficial a los diputados catalanes (a todos ellos, parece ser) para que conozcan la verdadera realidad taurina antes de que voten la propuesta de prohibición.

¿Se imaginan? Un centenar de diputados y diputadas catalanes, en viaje turístico taurino por las tierras de Lorca, Cernuda y Alberti para informarse in situ de la realidad del toro, de la que, por supuesto, aquí, por estos lares mediterráneos, no se tiene ni la más ligera idea. No sabemos de esta misa la media.

Arenas, el incombustible dirigente del PP, ha entrado en el cuadrilátero. A su modo, con estilo propio, pensando con su propia cabeza de derecha populista. Contando otro cuento. Una síntesis apretada del mismo: defender su compromiso con los “taurinos” a través de una iniciativa parlamentaria (los votos cuentan y cómo) consensuada con la Mesa Nacional del Toro (¿otro lobby que también dicta leyes al PP?). Los toros, añadió, son nuestra historia y nuestra tradición (¡y dale!), de ellos depende la economía andaluza (¡de los toros depende la economía andaluza! ¡qué cosas!). La moraleja poliética del cuento del libro del señor Arenas: no podemos permitir que una minoría (sic) intransigente (super sic) termine con una afición que comparte una mayoría.

Por si faltara algo, el compás final de la narración arenosa: algunos, sin mayor concreción, atacan a los toros porque es la fiesta nacional. Tal cual: ¡los toros son la fiesta nacional española! (Por cierto, ¿qué querrá significar exactamente esa afirmación?). Los independentistas irredentos la atacan no por lo que tiene de barbarie. No, en absoluto, sino por ser una fiesta española; si fuera catalana, deja entrever el señor Arenas, asistirían encantados en primera fila del ruedo.

Un cuento muy distinto, lleno de sensatez y coraje, fue contado por Antonio Moreno, del colectivo andaluz contra el maltrato animal. Una síntesis que merece aplausos ciudadanos ilustrados y rebeldes:[B] Andalucía es la comunidad en la que se han celebrado más manifestaciones antitaurinas a lo largo de 2009, de ahí un reto lanzado a los políticos gobernantes: convocar un referéndum para conocer la opinión real, no supuesta ni agitada políticamente, de la ciudadanía andaluza.[/B] Por lo demás, las realidades del toro, ha apuntado con énfasis el señor Moreno, son esencialmente dos: la tortura a la que se somete al animal y, en segundo lugar, las subvenciones públicas y los intereses creados en torno a ellas: los toros se mantienen a costa del dinero de todas las ciudadanías españolas.

Y colorín colorado este segundo cuento también se ha acabado.
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"Al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos".

Última edición por cabossa; 26/12/2009 a las 14:40.
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