EL PUCHERO
Se diga lo que se diga que bonito es un puchero que bien recorre la tripa que bien te sienta en el cuerpo. Con su tocinito tierno esa carne sonrosa con su caldito grasiento esa abundante pringá con su delicioso aliento con su hueso de jamón su morcillita de Ronda su poquito de ternero ay!!! lo pongas donde lo pongas que bonito sen un puchero. Hay que ver cuando destapas esa olla con fideos con sus garbanzos, sus papas una especie de mareo te sube por los sentidos de pensar en el regodeo de comerse con los deos to lo que hay allí metio. Que plato mas elegante que español y que altanero hasta pa la digestión que discreto es el puchero. Otros platos al comerlos te apabullan, te abotargan, te adormecen, te aletargan y te dejan medio muerto. En cambio el puchero no, que después de la comía te da un poco de sudor pero se seca enseguia. Aunque hay que reconocer, y en esto nadie se mete, que después de un pucherazo, lo bueno es un colchonazo y levantarse a las siete, pero como es prohibitivo por aquello del currelo, déjese de camelos y... haga lo que yo le diga aunque ande mas que un cartero. Vaya a la carnicería y pida usted un buen puchero y si se gasta el dinero que pa mañana tenia mañana sera otro día !!!! |
EL RESUCITADO
I No, nunca fue lo oscuro tan oscuro. Y está acostado pero no en su lecho. Quiere moverse y se lo impide un muro. Un muro en derredor, largo y estrecho. Llama, y su voz resuena extrañamente, sin que acudan su madre ni su hijo. Y un súbito sudor hiela su frente, al palpar en su pecho un crucifijo. No, no hay duda: Esa sombra que lo aterra es sombra de ataúd bajo la tierra, y no es soñando, porque está despierto. Y lo aturde un pavor definitivo al comprender que se le dio por muerto y al comprobar que fue enterrado vivo II Pero un día, al abrir la sepultura, se sabría su muerte verdadera. Si el ataúd mostrara la hendidura, de un golpe de su mano en la madera. Y al pensar de repente en el mañana, piensa también enloquecidamente en el espanto de la madre anciana y en el horror del hijo adolescente. Y allí, en la sombra, sin quejarse en vano sin dar un grito, sin alzar la mano, con una abnegación casi suicida cierra los ojos y se queda quieto porque así, solo así, será un secreto su horrible muerte de enterrado en vida. |
EN EL ESTANQUE DEL DÍA...
En el estanque del día se han mojado tus palabras. El «no» sin eco posible de tu voz embalsamada, se está muriendo de frío en los cristales del agua. Mis «te quiero», salvavidas inútiles de mis ansias, son ceros siempre a la izquierda de este amor sin esperanza, de este amor, río dormido, entre sombras y entre ramas; de este amor, lirio sin nombre deshojado en la mañana... En la rosa de los vientos clavé, mi amor, tus palabras. Tu «no», payaso de circo, dando la vuelta de campana, al hacer una pirueta cayó de la rosa al agua. De nada sirvió el «te quiero» último de mi garganta; de nada sirvió la luna que te mandé iluminada con jazmines de mi llanto y óleo de almendras amargas. Tu «no», de arroz empolvado, se deshojó sobre el agua... |
FLOR DE UN DIA
Yo di un eterno adiós a los placeres cuando la pena doblegó mi frente, y me soñé, mujer indiferente al estúpido amor de las mujeres. En mi orgullo insensato yo creía que estaba el mundo para mí desierto, y que en lugar de corazón tenía una insensible lápida de muerto. Más despertaste tú mis ilusiones con embusteras frases de cariño, y dejaron su tumba las pasiones, y te entregué mi corazón de niño. No extraño que quisieras provocarme, ni extraño que lograras encenderme; porque fuiste capaz de sospecharme, pero no eres capaz de comprenderme. encendiste en amor con tus encantos, porque nací con alma de coplero, y buscaste el incienso de mis cantos?... Me crees, por ventura, pebetero? No esperes ya que tu piedad implore, volviendo con mi amor a importunarte; aunque rendido el corazón te adore, el orgullo me ordena abandonarte. Yo seguiré con mi penar limpío, mientras que gozas envidiable calma; tú me dejas la duda y el vacío, y yo, en cambio, mujer, te dejo el alma. Porque eterno será mi amor profundo, que en ti pienso constante y desgraciado, como piensa en la vida el moribundo, como piensa en la gloria el condenado. |
INESPERADAMENTE
Inesperadamente tu amor llega a mi vida, mujer de besos hondos y plenitud creciente, como brota un retoño de una rama caída, como en un río seco renace la corriente. Llegas como las nubes, inesperadamente; inesperadamente llegas como el verano, para dejarme el peso de una sombra en la frente y un dolor de raíces profundas en las manos. Y es que tu boca alegre me inspira un beso triste, y en tus ojos cercanos veo un mirar ausente, porque sé que algún día, lo mismo que viniste, te me irás de los brazos, inesperadamente... |
salud..
|
LO INACABABLE
No tienes tú la culpa si en tus manos mi amor se deshojó como una rosa: Vendrá la primavera y habrá flores... El tronco seco dará nuevas hojas. Las lágrimas vertidas se harán perlas de un collar nuevo; romperá la sombra un sol precioso que dará a las venas la savia fresca, loca y bullidora. Tú seguirás tu ruta; yo la mía y ambos, libertos, como mariposas perderemos el polen de las alas y hallaremos más polen en la flora. Las palabras se secan como ríos y los besos se secan como rosas, pero por cada muerte siete vidas buscan los labios demandando aurora. Mas... ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera! ¡Y toda primavera que se esboza es un cadáver más que adquiere vida y es un capull o más que se deshoja! |
LO INEFABLE
Yo muero extrañamente... No me mata la Vida. No me mata la Muerte, no me mata el Amor; Muero de un pensamiento mudo como una herida... ¿No habéis sentido nunca el extraño dolor De un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida, Devorando alma y carne, y no alcanza a la flor? ¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida Que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?... ¡Cumbre de los Martirios!... ¡Llevar eternamente, Desgarradora y árida, la trágica simiente Clavada en las entrañas como un ardiente feroz!... ¡Pero arrancarla un día en una flor que abriera Milagrosa, inviolable!... ¡Ah, más grande no fuera Tener entre las manos la cabeza de Dios! |
"MONOS"
Antonia, eres monísima, se nota que desciendes del mono y de la mona. Es toda una monada tu persona que monamente el alma me alborota. No mal digas que no veo ni jota. La vista que yo tengo desmorona, y, te veo tan mona y tan pepona que mi amor gorilero no se agota. ¡Ven aqui! No te vayas por las ramas. Te explicare mejor la teoria... y seguro que el cuento te lo mamas. y, enmonados tu y yo, con armonia, veras que pronto engordas y me llamas el padre mono de tu moneria. |
PARA TODA LA VIDA
¿Me quieres, amor, me quieres? ¡Sí, para toda la vida!... Y era yo quien preguntaba siempre soñando una espina, siempre rondando una duda, siempre imaginando heridas. ¿Me quieres, amor, me quieres? ¡Sí, para toda la vida!... Tardes, madrugadas, noches, mañanas y mediodías; en el balcón, en la calle, en el sueño, en la vigilia, siempre, siempre preguntando, corazón, si me querías. y de pronto, no sé cómo, sin una razón precisa, mi voz amarga y cansada se fue quedando dormida. y cayó sobre mi alma una lluvia dulce y fina, que se fue cristalizando en nieve delgada y fría. y ya no pregunté más, corazón, si me querías. Ahora eres tú quien se queja, quien pregunta y quien suspira. "¿Me quieres, amor, me quieres?", me dices con voz dolida... y yo, de la misma forma con que tú me respondías escondiendo la verdad debajo de la mentira, te digo, ausente y lejano: " ¡Sí, para toda la vida!..." |
salud..
|
PESO POCO EN TU VIDA
Peso poco en tu vida, casi nada, como un leve rumor, como una brisa, como un sorbo de fresca limonada bebido sin calor y a toda prisa. No adelanto el compás de tu pisada, ni distraigo la salve de tu misa, y en tu frente de nardo desvelado no llego ni a recuerdo ni a sonrisa. Y en cambio tú eres todo, mi locura, mi monte, mi canción, mi mar templado, el pulso de mi sangre, la llanura donde duermo sin sueño ni pecado, y el andamio en que apoyo con ternura este amor que nació ya fracasado. |
POEMA DE LA ESPERA
Yo sé que tú eres de otro. Y, a pesar de eso, espero. Y espero sonriente, porque yo sé que un día, como en amor el último vale más que el primero, tú tendrás que ser mía. Yo sé que tú eres de otro, pero eso no me importa, porque nada es de nadie, si hay alguien que lo ansía, y mi amor es tan largo, y la vida es tan corta, que tendrás que ser mía. Yo sé que tú eres de otro pero la sed se sacia solamente, en el fondo de la copa vacía; y, como la paciencia puede más que la audacia, tú tendrás que ser mía. Por eso, en lo profundo de mis sueños despiertos, yo seguiré esperando, porque sé que algún día buscarás el refugio de mis brazos abiertos, y tendrás que ser mía. |
POEMA FINAL POR NOSOTROS
Está bien, vas con otro, y me apeno y sonrío, pues recuerdo las noches que temblaste en mi mano, como tiembla en la hoja la humedad del rocío, o el fulgor de la estrella que desciende al pantano. Te perdono, y es poco. Te perdono, y es todo, yo que amaba tus formas, más amaba tu amor, y empezó siendo rosa lo que luego fue lodo, a pesar del perfume y a pesar del color. Hoy prefiero mil veces sonreír aunque pierda, mientras pierda tan solo el derecho a tu abrazo, y no ser el que olvida, mientras él quien recuerda, y tú bajes el rostro y él lo vuelva si paso. Quien te lleva no sabe que pasó mi tormento, y me apena su modo de aferrarse a lo vano, él se aferra a la rosa, pero olvida que el viento, todavía dirige su perfume a mi mano. Y por ser quien conozco tus angustias y anhelos, te perdono si pasas y si no me saludas, pues prefiero el orgullo de perderte con celos, a la angustia que él siente de tenerte con dudas. Y mañana quien sabe, no sabré si fue rubia, si canela, o si blanca la humedad de esta pena, y quizás te recuerde si me adentro en la lluvia, o tal vez me dé risa si acaricio la arena. |
RECAPITULACIÓN
Yo he vivido mi vida: si fue larga o fue corta, si fue alegre o fue triste, ya casi no me importa. Y aquí estoy, esperando. No sé bien lo que espero, si el amor o la muerte, -lo que pase primero. Algo tuve algún día; lo perdí de algún modo, y me dará lo mismo cuando lo pierda todo. Pero no me lamento de mi mala fortuna, pues me queda un palacio de cristal en la luna, y por andar errante, por vivir el momento, son tan buenos amigos mi corazón y el viento. Por eso y otras me deja indiferente, aquí, allá y dondequiera, lo que diga la gente. —¿Trampas?— Pues sí, hice algunas; pero, mal jugador, yo perdí más que nadie con mis trampas de amor. —¿Pecados?— Sí, aunque leves, de esos que Dios perdona, porque, a pesar de todo, Dios no es mala persona. —¿Mentiras?— Dije muchas, y de bello artificio, pero que en un poeta son cosas del oficio. Y en los casos dudosos, si hice bien o mal, ya arreglaremos cuentas en el Juicio Final. Eso es todo. He vivido. La vida que me queda puede tener dos caras, igual que una moneda: una que es de oro puro —la cara del pasado— y otra —la del presente— que es de plomo dorado. Por lo demás, ya es tarde; pero no tengo prisa, y esperaré la muerte con mi mejor sonrisa, y seguiré viviendo de la misma manera, que es vivir cada instante como una vida entera, mientras siguen andando, de un modo parecido, los hombres con el tiempo y el tiempo hacia el olvido. |
ROMANCE DE LA SUERTE NEGRA
Negro mundo. Suerte negra. Negro el panorama mío. Es tan negro mi horizonte que de negro voy vestido. A caminar me dispongo y me dan escalofríos viendo mis negros zapatos y viendo negro el camino, negros árboles de humo, negro el arroyo podrido, negro un entierro que pasa y, negro, este dolorcillo que me tiene los riñones que no vivo. Llego a mi casa y tropiezo con mis dos negros vecinos; Negros del negro Burundi de duro y negro destino… Voy al bar. y el camarero me sirve un caviar negrísimo, negra cerveza… Y la cuenta me pone negro el instinto. ¡Ay triste tizón de vida! ¿Y para esto he nacido y he crecido y estudiado y me llamo bienvenido? ¿Qué pasos doy que me lleven donde negro no sea el sitio y no este negra la gente por el negro pesimismo? ¡Si hasta un perro-Dios que cruz- ayer me pego un mordisco y para negra desgracia era negrísimo el bicho! ¿No hay ventanales azules para el cerebro aturdido que rompa las negras pautas y los negros ejercicios? ¿Qué infierno de arpones negros me mete en su laberinto y hace que negro me sienta yo que rubio siempre he sido? ¡Si es que parecen de coña las tropelías de mi sino! Una coña de negrura, una negrura de abismo que se exhibe, que me guiña y hace de mi un estropicio. Hasta mi amor negro anda, que la dama a quien me arrimo me grita sin escucharme ¡que me vaya, que salpico! ¡Y es negra, me gusta negra! -Por andar siempre en lo mismo- y huye dejándome el alma dentro de un negro cilicio. Me duele que no me quiera por mucho que yo le digo que si mas negro me quiere ¡hasta los dientes me pinto! ¡Y, nada! Caballos negros de los mas negros principios cocean mis sentimientos que ya los tengo entre cirios. No puedo mas… Me negrean hasta la voz y el suspiro. Y lo que me duele mas es que con tanto castigo y con futuro tan negro… ¡Yo me llame bienvenido! |
[QUOTE=Amuerte;4575071]ROMANCE DE LA SUERTE NEGRA
Negro mundo. Suerte negra. Negro el panorama mío. Es tan negro mi horizonte que de negro voy vestido. A caminar me dispongo y me dan escalofríos viendo mis negros zapatos y viendo negro el camino, negros árboles de humo, negro el arroyo podrido, negro un entierro que pasa y, negro, este dolorcillo que me tiene los riñones que no vivo. Llego a mi casa y tropiezo con mis dos negros vecinos; Negros del negro Burundi de duro y negro destino… Voy al bar. y el camarero me sirve un caviar negrísimo, negra cerveza… Y la cuenta me pone negro el instinto. ¡Ay triste tizón de vida! ¿Y para esto he nacido y he crecido y estudiado y me llamo bienvenido? ¿Qué pasos doy que me lleven donde negro no sea el sitio y no este negra la gente por el negro pesimismo? ¡Si hasta un perro-Dios que cruz- ayer me pego un mordisco y para negra desgracia era negrísimo el bicho! ¿No hay ventanales azules para el cerebro aturdido que rompa las negras pautas y los negros ejercicios? ¿Qué infierno de arpones negros me mete en su laberinto y hace que negro me sienta yo que rubio siempre he sido? ¡Si es que parecen de coña las tropelías de mi sino! Una coña de negrura, una negrura de abismo que se exhibe, que me guiña y hace de mi un estropicio. Hasta mi amor negro anda, que la dama a quien me arrimo me grita sin escucharme ¡que me vaya, que salpico! ¡Y es negra, me gusta negra! -Por andar siempre en lo mismo- y huye dejándome el alma dentro de un negro cilicio. Me duele que no me quiera por mucho que yo le digo que si mas negro me quiere ¡hasta los dientes me pinto! ¡Y, nada! Caballos negros de los mas negros principios cocean mis sentimientos que ya los tengo entre cirios. No puedo mas… Me negrean hasta la voz y el suspiro. Y lo que me duele mas es que con tanto castigo y con futuro tan negro… ¡Yo me llame bienvenido![/QUOTE] buenas noches.. este me ha encantado,salud.. |
ROMANCE
Yo me acerqué hasta tu vera con miedo, ¿por qué negarlo? En las sienes me latían cincuenta y dos desengaños; gris de paisaje en los ojos, risas sin sol en los labios, y el corazón jadeante como un pájaro cansado. Yo me acerqué hasta tu vera con miedo, ¿por qué negarlo? Te reventaba en la boca un clavel de veinte años y en la mejilla un suave melocotón sonrosado. Cuando dijiste: «Te quiero» fue tu voz igual que un caño de agua fresca en una tarde calurosa de verano. Se me echó encima el cariño lo mismo que un toro bravo y quedé sobre la arena muerto de amor y sangrando por cuatro besos lentísimos que me brindaron tus labios. De la sien a la cintura, de la garganta al costado. ¡Qué boda sin requilorios sobre la hierba del campo! ¡Qué marcha nupcial cantaba el viento sobre los álamos! ¡Qué luna grande y redonda iluminó nuestro abrazo, y qué olor el de tu cuerpo a trigo recién cortado! El pueblo, a las dos semanas hizo lengua en los colmados, en las barandas del río, en la azotea, en los patios, en las mesas del casino y en los surcos del arado: «Un hombre que peina canas y que le dobla los años». Es cierto que peino canas pero en cambio, cuando abrazo soy lo mismo que un olivo, igual que un ciprés sonámbulo, Cristobalon de aguas puras que atraviesa el río a nado si ve en la orilla unos ojos o una boca hecha de nardos, para cortarle el suspiro con el calor de mis labios. Que me escupan en la frente, que me pregonen en bandos, que vayan diciendo y digan. Tú conmigo; yo a tu lado respirando de tu aliento, yendo al compás de tus pasos, refrescándome las sientes en la palma de tu mano. Centinela de tus sueños, hombro para tu descanso, Cirineo de tus penas Y San Juan de tu calvario para quererte y tenerte en la noche de mis brazos. ¡¿Qué importa que haya cumplido cincuenta y pico de años?! ¿En qué código de amores, en qué partida de cargos, hay leyes que determinen la edad del enamorado? En cariños no hay fronteras, ni senderos, ni vallados, que el cariño es como un monte con un letrero en lo alto que dice sólo: «Te quiero» Y colorin colorado. |
SE DEJA DE QUERER
Se deja de querer... y no se sabe por qué se deja de querer; es como abrir la mano y encontrarla vacía y no saber de pronto qué cosa se nos fue. Se deja de querer... y es como un río cuya corriente fresca ya no calma la sed, como andar en otoño sobre las hojas secas y pisar la hoja verde que no debió caer. Se deja de querer... Y es como el ciego que aún dice adiós llorando después que pasó el tren, o como quien despierta recordando un camino pero ya sólo sabe que regresó por él. Se deja de querer... como quien deja de andar una calle sin razón, sin saber, y es hallar un diamante brillando en el rocío y que ya al recogerlo se evapore también. Se deja de querer... y es como un viaje detenido en las sombras sin seguir ni volver, y es cortar una rosa para adornar la mesa y que el viento deshoje la rosa en el mantel. Se deja de querer... y es como un niño que ve cómo naufragan sus barcos de papel, o escribir en la arena la fecha de mañana y que el mar se la lleve con el nombre de ayer. Se deja de querer... y es como un libro que aún abierto hoja a hoja quedó a medio leer, y es como la sortija que se quitó del dedo y solo así supimos... que se marcó en la piel. Se deja de querer... y no se sabe por qué se deja de querer. |
ROMANCE DEL AMOR IMPACIENTE
¡Que pasa que no escuchas, y por mas que te suplico no sueltas ni un si ni un no que le eche grano al molino! Ya la garganta me araña un polvorín de suspiros y temblor tengo en las manos de pegarle al cigarrillo con la impaciencia de un toro en un ruedo de alaridos. Me están rompiendo a pedazos la pasión y el nerviosismo, y ya no se que soy yo dentro de este laberinto en el que buscan salida hondos y callados gritos para romperse en el fuego como un limón exprimido. Tu, impasible, indiferente, sin campo para lo lírico, pasas tiesa como una fría estatua de granito. Quizás tu me encuentres feo… o quizás algo torcido… o puede que mis palabras te suenen como martillos sobre un latón de mentiras de estridencias y de brillos, en los que se ve la imagen sin gracia y sin equilibrio. ¿Y que hago si no me miras ni me escuchas lo que digo, ni el columpio de tu voz me marea los sentidos? ¡Anda y quiéreme y no dejes sin luz verde mi camino, que no caiga sobre un páramo la flor del cariño mío! Hombre soy de viento calido y como viento te sigo. Y sigo bordando sueños de campo abierto contigo. ¿Me estas oyendo?¿Me escuchas? ¡Mira no te miro! Y haz que el camino tú seas de todos los pasos míos, porque sin ti seré un triste… caminante sin camino. |
ROMANCE DE UNA TARDE EN EL JARDIN
Era un jardín sosegado. Un jardín con muchas plantas. Tarde de otoño sin nubes. La fuente. El rumor del agua… Una brisa besucona, unos pájaros que cantan y contra la madreselva un perro alzando la pata. Y, en este jardín, en este, la señora Cayetana Bergundez y Mamporrillo, graciosa se columpiaba. Señora de muy buen ver, es decir: ¡bastante guapa! Jamoncilla, ágil, frescota con muslo que… vaya, vaya. Cada vez que en el columpio ¡ay! las piernas levantaba y se le alzaba la ropa y…Casi el culo enseñaba… Ojos de fuego rijoso con gesto tonto miraban como quien mira y no ve… Como quien toca y no palpa… Me acerque…-Tronco y ramaje- apoteosis de ascuas. Me daba vueltas la historia del kamasutra en España. Me acerque mas…y en mis ojos la vida se retrataba. Cayetana en el columpio retrocedía, avanzaba… Mohines, gritos, sonrisas y, aire pícaro de danza haciendo sin disimulo revoloteo de faldas. Quise ver más…Avancé. Y, ella en fuerte columpiada rompió la magia pegándome en la boca una patada. ¡Dios que día! El mundo todo en mis dientes retumbaba. Quedé sin piños, rumiando que…a ver como masticaba. Hoy odio el columpio y huyo cuando veo a Cayetana Bergundez y Mamporrillo tan hermosa y tan lozana, que por mirarle otra cosa no miré lo que calzaba. Y hoy luzco boca sin dientes y pensando en arreglarla se que me saldrá el meneo por un ojo de la cara. |
SI.......
Si puedes mantener intacta tu firmeza cuando todos vacilan a tu alrededor Si cuando todos dudan, fías en tu valor y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza Si sabes esperar y a tu afán poner brida O blanco de mentiras esgrimir la verdad O siendo odiado, al odio no le das cabida y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey Si piensas y el pensar no mengua tus ardores Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley y los tratas lo mismo como dos impostores. Si puedes soportan que tu frase sincera sea trampa de necios en boca de malvados. O mirar hecha trizas tu adora quimera y tornar a forjarla con útiles mellados. Si todas tu ganancias poniendo en un montón las arriesgas osado en un golpe de azar y las pierdes, y luego con bravo corazón sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar. Si puedes mantener en la ruda pelea alerta el pensamiento y el músculo tirante para emplearlo cuando en ti todo flaquea menos la voluntad que te dice adelante. Si entre la turba das a la virtud abrigo Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo Si marchando con reyes del orgullo has triunfado Si eres bueno con todos pero no demasiado Y si puedes llenar el preciso minuto en sesenta segundos de un esfuerzo supremo tuya es la tierra y todo lo que en ella habita y lo que es más serás hombre hijo mío.... |
SERA ALGUN DIA
Será algún día, sólo sé que será algún día, un día igual a todos, que sé que ha de llegar, mi voz se hará de seda para decirte: Mía; y saldrán a mirarte mis ojos de soñar. Tu estarás más bonita que nunca, si es posible; yo, verdaderamente, no sé cómo estaré, quizá algo confuso, tal vez más apacible acaso un poco triste, en fin, ya lo sabré. Irás a oír conmigo la charla de la fuente que menciona los versos con que te enamoré; tu bajaras los ojos y dirás dulcemente: "Qué bello es el amarnos"... Y yo te besaré. Yo no sé si habrá luna la noche de ese día, ni si al día siguiente lo podré asegurar. Pero sí sé que nunca te sentiré más mía, Pero sí sé que nunca se me podrá olvidar. |
SOLEA DEL AMOR IMPOSIBLE
“Quítame el beso de anoche, déjame, solo, en mi calle, Y olvídate de mi nombre” Déjame, solo, en mi calle, con mi farol y mi arena, y esta barca de suspiros con una cruz en la vela. déjame, solo, en mi calle, con mi mentira y mi pena, y esta batalla de gritos sin capitán ni bandera. Mi calle ésta, desde anoche, roja de amor y verbena, turbia de besos y barro, tibia de lunas y menta. Mi casa está, desde anoche, deslumbradora de estrellas, con bombos por los rincones y risas por las esteras. Y yo te quiero, y te quiero, y, sin embargo, quisiera no tener pecho de espuma ni corazón de candela. Y yo te quiero y te quiero, Y, sin embargo, quisiera que mi amor se hubiera roto como un vidrio en tu presencia. Y yo no quiero quererte, pero tu Amor se me enreda lo mismo que una serpiente de yerbaluisa y canela. ¿Para qué viniste anoche, locura de mi verbena...? ¿Para qué viniste anoche, si estaba mi agua serena, y el corazón ya se había acostumbrado a mi pena...? ¡Que yo no puedo quererte...! ¡Que tengo mi sangre en deuda! ¡Que en mi voz tengo candados y en mi corazón cancelas! ¡Que mi caricia y mi grito me obedecen a otras riendas, y mi garganta y mis ojos ya son almendro y almendras en un cuello sin pecado y en dos ojos de inocencia! Anda..., vete de mi calle, olvídate de mi puerta, y déjame solo, ¡solo!, con mi mentira y mi pena. ¡Ay, qué amargura sin nombre! ¡Ay, qué amargura sin tregua!, éstas de quererte tanto, y mentir de esta manera, diciéndote con la copla negra y agria de mi pena: “Quítame el beso de anoche, déjame, solo en mi calle, y olvídate de mi nombre.” |
SONETO CON SED
Leyendo un libro, un día, de repente, hallé un ejemplo de melancolía: Un hombre que callaba y sonreía, muriéndose de sed junto a una fuente. Puede ser que, mirando la corriente, su sed fuera más triste todavía; aunque acaso aquel hombre no bebía por no enturbiar el agua transparente. Y no sé más. No sé si fue un castigo, y no recuerdo su final tampoco aunque quizás lo aprenderé contigo; yo, enamorado, soñador loco, que me muero de sed y no lo digo, que estoy junto a la fuente y no la toco. |
YO SÓLO SOY YO
Yo no atesoro tantas maravillas, ni verdes prados, ni sonoros ríos, mis paisajes son páramos sombríos despoblados de mágicas semillas. No poseo pictóricas arcillas, ni pájaros que trinen amoríos, mi hogar es de silencios y de fríos que cortan el calor de las mejillas. Yo para darte tengo el pensamiento, mi fogosa inquietud, mi lira ardiente, y de mis labios el frugal sustento. Porque yo sólo soy esto concreto, unos versos que nacen de mi mente, ¡los catorce renglones de un soneto! |
salud,..
|
SOLEA DEL AMOR INDIFERENTE
Ni rencores ni perdón, no me grites, no me llores, lo nuestro ya se acabó. ¡Rencores?¿porque rencores?... no le va a mi señorío guardarle rencor a un río que fue regando mis flores. Tu me diste los mejores cristales de tu corriente, y no seria decente maldecirte por despecho si se que tienes derecho a dar, o negar la fuente. Debo estarte agradecido por tu generosidad, tu me diste por bondad lo que yo di por cumplido. Me brindaste tu latido, tu boca nunca besada, tu carne nunca estrenada, tus ojos siempre empañados, y los potros alocados de tu amor en llamarada. Me diste el beso primero que es el que mas atosiga, y me diste la fatiga de un cariño verdadero. Me diste luna, y entero el corazón, sin celaje, me diste todo el encaje, de tu caricia en mi pelo, y me regalaste el cielo en tus ojos, sin paisaje. Por eso, yo, bien nacido ni te odio, ni aborrezco, al contrario, te agradezco, todo lo que me has querido. No me importa si te has ido con tu barca hacia otro mar, que yo no te puedo odiar por esta mala partida porque odiar, es en vida un cierto modo de amar. Ni te vengas a mi lado para pedirme perdón que el perdón es la razón de volver a lo pasado, y lo pasado... acabado, que paso... porque paso. ¡Déjame que viva yo sin perdón y sin rencores porque por mas… que me llores... lo nuestro, ya se acabo!. |
SONETO I
Como quien boga contra la corriente, aun comprendiendo que su afán es vano, y el remo se le cae de la mano y se siente arrastrado nuevamente, así mi amor se aleja indiferente, pero, al recuerdo de tu amor lejano, reverdece el deseo en su desgano, y regresa mi sed hacia tu fuente. Y, andando y desandando este sendero, a la vez desolado y florecido y jamás recorrido por entero, no sé por qué renaces de mi olvido, ni sé por qué me voy, si es que te quiero, ni qué me hace volver cuando me he ido. |
TERCER POEMA DEL RÍO
El agua del río pasaba indolente, reflejando noches y arrastrando días… Tú, desnuda en la fresca corriente, reías… Yo te contemplaba desde la ribera, tendido a la sombra de un árbol sonoro; y resplandecía tu áurea cabellera, desatada en el agua ligera, como un remolino de espuma de oro… Y pasaban las nubes errantes, mientras tú te erguías bajo el sol de estío, con los blancos hombros llenos de diamantes, en la rumorosa caricia del río. Y tú te reías… Y mirando mis manos vacías, pensé en tantas cosas que ya fueron mías, y que se me han ido, como tú te irás… Y tendí mis brazos hacia la corriente, hacia la corriente cantarina y clara, porque tuve miedo, repentinamente, de que el agua feliz te arrastrara… Y ya no reías… bajo el sol de estío, ni resplandecías de oro y de rocío. Y saliste corriendo del río, y llenaste mis manos vacías… Y al sentir tu cuerpo tan cerca y tan mío, al vivir en tu amor un instante más allá del placer y del hastío, vi pasar la sombra de una nube errante, de una nube fugaz sobre el río… |
*ALMA DESNUDA
Soy un alma desnuda en estos versos, alma desnuda que angustiada y sola va dejando sus pétalos dispersos. Alma que puede ser una amapola, que puede ser un lirio, una violeta, un peñasco, una selva y una ola. Alma que como el viento vaga inquieta y ruge cuando está sobre los mares y duerme dulcemente en una grieta. Alma que adora sobre sus altares dioses que no se bajan a cegarla; alma que no conoce valladares. Alma que fuera fácil dominarla con sólo un corazón que se partiera para en su sangre cálida regarla. Alma que cuando está en la primavera dice al invierno que demora: vuelve, caiga tu nieve sobre la pradera. Alma que cuando nieva se disuelve en tristezas, clamando por las rosas con que la primavera nos envuelve. Alma que a ratos suelta mariposas a campo abierto, sin fijar distancia, y les dice: libad sobre las cosas. Alma que ha de morir de una fragancia, de un suspiro, de un verso en que se ruega, sin perder, a poderlo, su elegancia. Alma que nada sabe y todo niega y negando lo bueno el bien propicia porque es negando como más se entrega. Alma que suele haber como delicia palpar las almas, despreciar la huella, y sentir en la mano una caricia. Alma que siempre disconforme de ella, como los vientos vaga, corre y gira; alma que sangra y sin cesar delira por ser el buque en marcha de la estrella. |
CAGAR EN ALTO
Ami me gusta cagar el alto por ver la mierda pegando saltos. Cagar, mear, peer todito es un placer los pedos al subir ahuecan el faldon y sube a la nariz un exquisito olor. Si es diarrea me marea cuando sale al borboton y si es duro... Ay!!! que apuro cuando sale el morcillon. |
Cita:
este está de escándalo,un saludo y felices fiestas desde la gran torre para las islas,salud.. |
AMA APRISA
Mientras ufana la risa de tus labios no se aleje, si quieres que te aconseje ¡ama aprisa! Con raudo mariposeo se va de ésta a aquella flor, en las alas del deseo libando el licor hibleo del amor. ¡Seres y cosas felices jamás tuvieron raíces! Se ven marchitas las rosas y mustias las margaritas… ¡Pero no se ven marchitas ni alondras ni mariposas! Con gentileza y donaire se paran en donde quieren, y cuando al cabo se mueren su libre tumba es el aire. ¡Sé como ellas mientras tu destino rijas!... Por verse en el cielo fijas están tristes las estrellas. Ama a cuantas te quieran también amar, porque siendo tantas, tantas ¡no las podrás recordar! ¡Ama al vuelo!... que sólo las almas malas están prendidas al suelo: ¡todo lo que sube al cielo tiene alas! Hoy, aquí; mañana, allá; sin locura ni pasión como quien de paso va y seguro de que está en casa su corazón; haz la amorosa comedia o la comedia divina… ¡Mas córtala si declina en tragedia! ¡Todo en risa, todo en risa! ¡Todo entre galán y dama! Sin amar a todas ama… pero aprisa, muy aprisa. Que así, yendo sin cesar de esta flor a aquella flor, cuando te quiera buscar no te encontrará el dolor. Mas ¡ay! que en esta infinita mudanza eterna del alma todo nuestro ser agita sed insaciable de calma. Sé para el amor travieso en labios de hermosas locas, y allí conoce las bocas… ¡pero no conoce el beso! En las breñas del camino se queda el alma cansada, como túnica de lino por las zarzas desgarrada. Noche helada cae al campo solitario, como las noches del polo, y envuelto en ese sudario queda el espíritu solo. Quiso Dios que abran las almas el vuelo; más sólo llegan al cielo las que van de dos en dos. Las otras vagan errantes, en el espacio perdidas… Pero, muertos o inconstantes, ya no vendrán los amantes de esas blancas prometidas. Busca, busca a la mujer que da paz al pecho herido, y en llegándola a tener, forma un nido. ¡Los pájaros son muy sabios! Huye la risa de prisa, y cuando se va la risa ¡qué secos quedan los labios! No vuelan las ilusiones ni ostentan sus ricas galas sino teniendo par alas dos alas de corazones. Haz pues lo que te aconsejo; como la hermosa un espejo, así el alma busca ansiosa otra alma tierna y amada, y sólo se mira hermosa si en ella está retratada. Intranquilo cazador que marchas entre las flores, sabe que huyen los amores y que es eterno el amor. Y mientras para él no existe, pierde el mirto su follaje y aparece enfermo y triste; mas ya verás cual se viste en mayo, con rojo encaje. Impacientes las palomas vuelan por valles y lomas de libres hacienda alarde con caprichoso volar, pera cuando cae la tarde, regresan al palomar. |
AMOR ETERNO
Tu eres la tristeza de mis ojos que lloran en silencio por tu amor me miro en el espejo y veo en mi rostro el tiempo que he sufrido por tu adios Obligo a que te olvide el pensamiento pues siempre estoy pensando en el ayer prefiero estar dormida que despierta de tanto que me duele que no estes Como quisiera ahhh que tu vivieras que tus ojitos jamas se hubieran cerrado nunca y estar mirandolos Amor eterno e inolvidable tarde o temprano estare contigo para seguir amandonos Yo he sufrido tanto por tu ausencia que desde ese dia hasta hoy no soy feliz y aunque tengo tranquila mi conciencia se que pude haber yo hecho mas por ti Oscura soledad estoy viviendo la misma soledad de tu sepulcro tu eres el amor del cual yo tengo el mas triste recuerdo de Acapulco Como quisiera ahhh que tu vivieras que tus ojitos jamas se hubieran cerrado nunca y estar mirandolos amor eterno e inolvidable tarde o temprano estare contigo para seguir amandonos Amor eterno (amor eterno) eterno.... |
AMOR TARDÍO
Tardíamente, en el jardín sombrío, tardíamente entró una mariposa, transfigurando en alba milagrosa el deprimente anochecer de estío. Y, sedienta de miel y de rocío, tardíamente en el rosal se posa, pues ya se deshojó la última rosa con la primera ráfaga de frío. Y yo, que voy andando hacia el poniente, siento llegar maravillosamente, como esa mariposa, una ilusión; pero en mi otoño de melancolía, mariposa de amor, al fin del día, qué tarde llegas a mi corazón... |
AMOR CALLADO
Amor callado, que jamás se queja; amor que, en la discreta madrugada, sólo acierta a poner, junto a tu reja, la ilusión de una estrofa perfumada. Amor de un alma taciturna y vieja; amor que es como música olvidada, que tiene azul resignación de oveja, que lo dá todo y no pide nada. Amor es eso, amar como te amo, sin medir tu desdén, sin que un reclamo haga que el alma de esperanza estalle. Amor sin arrebatos y sin ruido, que espera que tu hogar esté dormido para pasar entonces por tu calle. |
TU BOCA
Yo hacía una divina labor, sobre la roca Creciente del Orgullo. De la vida lejana, Algún pétalo vivido me voló en la mañana, Algún beso en la noche. Tenaz como una loca, Seguía mi divina labor de roca, Cuando tu voz que funde como sacra campana En la nota celeste la vibración humana, Tendió su lazo de oro al borde de tu boca; —¡Maravilloso nido del vértigo, tu boca! Dos pétalos de rosa abrochando un abismo…— Labor, labor de gloria, dolorosa y liviana; ¡Tela donde mi espíritu se fue tramando él mismo! ¡Tú quedas en la testa soberbia de la roca, Y yo caigo sin fin en el sangriento abismo! |
YA ERA MUY VIEJECITA
Ya era muy viejecita... Y un año y otro año se fue quedando sola con su tiempo sin fin. Sola con su sonrisa de que nada hace daño, sola como una hermana mayor en su jardín. Se fue quedando sola con los brazos abiertos, que es como crucifican los hijos que se van, con su suave manera de cruzar los cubiertos, y aquel olor a limpio de sus batas de holán. Déjenme recordarla con su vals en el piano, como yéndose un poco con lo que se le fue; y con qué pesadumbre se mira la mano cuando le tintineaba su taza de café. Se fue quedando sola, sola... sola en su mesa, en su casita blanca y en su lento sillón; y si alguien no conoce que soledad es esa, no sabe cuánta muerte cabe en un corazón. Y diré que en la tarde de aquel viernes con rosas, en aquel «hasta pronto» que fue un adiós final, aprendí que unas manos pueden ser mariposas, dos mariposas tristes volando en su portal. Sé que murió de noche. No quiero saber cuándo. Nadie estaba con ella, nadie, cuando murió: Ni su hijo Guillermo, ni su hijo Fernando, ni el otro, el vagabundo sin patria, que soy yo. |
salud..
|
La franja horaria es GMT +2. Ahora son las 16:07. |
Powered por vBulletin™ Version 3.8.10
Copyright © 2024 vBulletin Solutions, Inc. All rights reserved.
Traducido por vBsoporte - vBulletin en español
ZackYFileS - Foros de Debate